Todo lo que conocias, esta a punto de cambiarestas lista para eso?

Followєr§ ♥

domingo, 17 de octubre de 2010

capitulo 12

hi! bueno aca les traigo el proximo capitulo. ayer queria subir pero no pude debido a que tuve que estudiar para un examen de matematicas ¬¬
en fin, voy a hacer una especie de maraton, por lo que voy a tratar de subir 2 capitulos hoy!


Capitulo 12
-Bien, ahora sostenlo así. Muy bien! estas mejorando mucho!
Me encontraba en el enorme salón de la academia, tratando de sostener un sable de mango de plata, mientras Rosalinda trataba de enseñarme las estocadas básicas.
El día anterior había estado pésimo. Lo admitía. Sin embargo, hoy, había incluso logrado sostener completamente el sable e incluso realizar medianamente bien alguno de los ataques que me había enseñado.
-vamos, admítelo, soy un fracaso. Me tomara tiempo lograr manejar esta cosa- exclame algo frustrada, sosteniendo pesadamente la espada.
-no te atormentes- contesto ella sonriendo- toma tiempo. Por lo menos a mi me tomo bastante. Además estas progresando rápidamente, ¿cierto Erik?
El tardo en contestar. Se encontraba, tal y como la tarde anterior, recostado contra una de las antiguas paredes, con los brazos cruzados y la mirada perdida en un punto fijo.
-¿eh? ah, si. Supongo. Lo haces bien- me sonrió, cosa que basto para que mi corazón se acelerara y mis manos comenzaran a sudar. Tuve que sostener la espada con firmeza para evitar dejarla caer.
-gracias. Aunque me tomara años ser tan buena como tu. La manera en que luchas es realmente impresionante.- exclame con una sonrisita
-bueno, hago lo que puedo- murmuro apartando la mirada con una leve, casi imperceptible sonrisa de satisfacción.
-bueno- exclamo Rosalinda- ahora que ya aprendiste la estocada básica, creo que podemos…
Pero su comentario fue interrumpido por el estridente y profundo timbre que comenzó a retumbar en las paredes. Mi corazón casi da un salto
-yo iré- murmuro Erik. Comenzó a caminar en dirección a la altísima puerta de madera.
Al abrirla, encontró detrás de ella, a un hombrecillo de gafas, de unos cincuenta años, que vestía un elegante traje negro; escoltado por dos musculosos hombres vestidos con camisetas blancas y jeans, ropa parecida a la de construcción. Entre los dos, cargaban una larga caja de madera labrada y lustrosa, con los bordes dorados y adornada por alguna piedra preciosa.
-buenas tardes. ¿La familia Borleck?- pregunto cortésmente, al tanto que se sacaba el sombrero
-si. ¿En que podemos ayudarlo?- se escucho la voz de Rosalinda, que se asomó a la puerta con una sonrisa. El hombrecillo y los dos hombres se quedaron mirándola un instante, como perdidos en su belleza.
-mucho gusto. Soy el Señor Rockwell, curador del museo de historia natural de Chicago. Tengo entendido que el mes pasado el señor Evandar Borleck habría adquirido en una de nuestras subastas, una espada asiática de la colección del siglo XII.
-en efecto. Yo soy Erik Borleck – Le tendió la mano- Pase por favor.
El señor Rockwell avanzo unos pasos del portal, con cautela, casi nerviosismo y se quedo extasiado mirando la colección de espadas que colgaban majestuosamente de la pared.
-e-es asombroso!-exclamo con un titubeo, mientras se sacaba sus gafas y las limpiaba con un pañuelo- ¡nunca había visto una colección tan maravillosa!
-Oh, ¿se refiere a esas espadas viejas? Al menos adornan la pared.- voltee hacia una de las puertas y me encontré a Saphire, recostada contra el marco. Sus hermosos ojos azules observaban a todos con cierto aire de escepticismo y sarcasmo. Estaba tan radiante y despampanante como siempre, vestida con unos jeans y una ajustada camiseta de tirantes, todo acompañado por unas botas de taco vertiginoso y decenas de pulseras de plata. A pesar de que no tendría mas de dos años mas que yo, parecía ampliamente superior. Me hacia sentir algo insignificante, como una paloma frente a un pavo real.
-oh vamos Saph, no te quejes!- exclamo Rosalinda con una sonrisa- después de todo lo que nos costo reunirlas todas.
Ella le lanzo una mirada extraña y luego se dirigió hacia el hombrecillo.
-supongo que tendrá algo para entregarnos- comento sin separarse del marco
-s-si. En efecto- titubeo el hombrecito, con notable nerviosismo.- vengo a hacer entrega de la espada que adquirieron en la subasta del mes pasado. ¡Sea ya dicho se agradece enormemente la colaboración! Su donación ayudo mucho al museo.
-es un gusto ayudar a conservar la historia. Después de todo, sin ella no seriamos nada- comento Erik con cierto aire melancólico que no pude comprender. Al cabo de unos minutos, comprendí que me había quedado muda, sosteniendo la espada, sin decir palabra.
-oh, yo soy Amethys Tyler. Es un gusto- estreche la mano del hombrecillo, volviendo de mis pensamientos
-igualmente- contesto el señor Rockwell- bueno, si no hay mas, ¡muchachos, éntrenla!-grito a los dos hombres que aun se encontraban en la entrada. Ambos entraron, sin decir nada, cargando la caja. Acto seguido la depositaron en el suelo y la abrieron pesadamente.
Una hermosa espada, con mango de plata adornado por lo que parecían pequeñas piedrecitas purpuras emergio entre un acolchonado de terciopelo rojo que hacia resaltar mas aun su brillo.
Una especie de corriente eléctrica comenzó a recorrer mi cuerpo a medida que un calor intenso y energizante emergía de mi piel. Comencé a sentirme revitalizada, enérgica, como si pudiera llevarme el mundo por delante. Deje de pensar, incluso de oír; solo mi vista se concentraba en tan maravilloso artefacto sacado casi de un cuento de hadas.
-umm… ¿se encuentra bien señorita?- murmuro con cortesía el señor Rockwell.
-¿Amethyst?- susurró Erik a mi oído, mientras colocaba su mano en mi hombro
El contacto con su piel me hizo volver repentinamente, y darme cuenta de que todos me estaban mirando como a una loca, y yo seguía obserando la espada
-s-si, si. Lo siento, estaba pensando en algo.- murmure avergonzada. ¿Qué me había pasado? Era como si todo lo demás hubiera desaparecido por completo, como si solo fuéramos la espada y yo. y extrañamente Erik a quien no había dejado de sentir a mi lado.
-es hermosa ¿cierto?- exclamo con orgullo el Sr. Rockwell- ¡la mejor espada de la colección! ¡Tengan cuidado con ella!- les grito a los hombres de blanco- ¡es muy valiosa!
Los dos robustos sujetos habían comenzado a cargarla hacia una de las repisas. Parecía pesar bastante, pues ambos se tambaleaban ligeramente a medida que avanzaban con la espada en cada hombro. Pero repentinamente, el que iba adelante se detuvo, chocandose bruscamente contra uno de los pesados buros, lo que ocaciono que cayera sobre el. El otro hombre, tropeso con el primero y abrió accidentalmente la pesada caja, provocando que la espada saliera volando por los aires…en dirección hacia donde estaba parada yo.
-¡Rápido, atrapen esa espada! Vale una fortuna!- grito horrorizado el señor Rockwell, al borde del ataque
-¡Amethyst, cuidado!- grito Rosalinda. Y eso fue lo último que escuche antes de cerrar los ojos y cubrirme con mis antebrazos.
                                       …………………………………………………..
La habitación continuaba a oscuras, tan solo iluminada por la tenue luz de la vela. Sentada junto a ella, Angy planeaba su escape. Tenia que huir de aquella prision. No soportaba un dia más allí. No soportaba aquella densa humedad que rezumaba en las paredes, la oscuridad ni aquel olor a encierro. Necesitaba salir y respirar el aire o sino enloqueceria.
Había trazado en el desgastado suelo, con un viejo lápiz que había encontrado tirado, una posible vía de escape. Quizás cuando entraban a darle la comida diaria, podría golpearlos y entonces…
¡a quien engañaba! Eso era imposible! Absolutamente imposible! Una chica de 16 años no podia vencer en una lucha cuerpo a cuerpo a nadie. Y menos ella! Estaba destinada a permanecer en esa oscura habitación, hasta que sus secuestradores decidieran que rayos hacer con ella.
Se acurruco contra la pared y unas lágrimas rodaron por sus mejillas. Extrañaba a sus hermanos, a su abuela. Y sobre todo a sus padres. Pero a ellos si que no los volvería a ver. Nunca.
Continuaba sollozando, cuando de pronto escucho una suave voz, casi un susurro, que provenía de dentro del recinto
-¿Por qué lloras?- pregunto una voz dulce y pacifica, como la de alguien que no tiene prisa
-q-quien anda ahí?- susurro Angy, levantando levemente la cabeza. No pudo ver a nadie. Solo la cama, el enorme y viejo ropero y la mesita de madera.- quien sea salga ahora!
-lloras por que vas a morir?- volvió a susurrar la voz, con aquella calma tan contagiosa. Su voz, más que alterarla  o asustarla, le provocaba tranquilidad.
-que?- susurro extrañada, esta vez levantando la cabeza. Ahora si pudo ver, para su enorme asombro, a la figura de un niñito parado frente a ella. Su silueta se transparentaba un poco, pero era definitivamente un niño de unos nueve años. Vestía un pantaloncillo corto con tirantes, como los de antiguamente.-q-quien eres tu? ¿Un fantasma? ¿C-como es que puedo verte?
-eso dijeron las personas esas. Que pronto ibas a morir- el niñito- fantasma se encogió de hombros inocentemente, como si no supiera la gravedad del asunto
Esto hizo que más gruesos lagrimones se escaparan de los ojos de Angy y resbalaran por sus mejillas. Genial! asi que ese era su destino? Morir?
-n-no quiero morir…-susurro ella, trantando de respirar, pero estaba muy perturbada.
-si quieres yo puedo ayudarte a salir de aquí- sugirió el niñito con una sonrisa
Angy volvio a levantar la vista y observo al niñito. A pesar de ser un fantasma de quien sabe cuantos años, parecia amigable y lo mas importante, era su boleto fuera de esa prision
-de veras puedes hacerlo?- pregunto por un momento lena de esperanza y frunciendo el seño- eso es imposible- suspiro resignada- ya lo he intentado todo. No hay ninguna forma de salir. Ninguna pared hueca, nada.
-en eso te equivocas- sonrió con picardía- este lugar esta lleno de pasadizos secretos
-en serio?- exclamo de pronto Angy, con un brillo de esperanza en los ojos- donde están? Se puede acceder desde aquí?
-lo siento debo irme, ellos están viniendo con tu comida.¡ Nos vemos!
No! espera! Yo…
Pero el niño fantasma ya se había desvanecido.
                                         …………………………………………………..
-¿diga?- contesto su celular Jason, con un tono de voz indiferente y de superioridad.
Se encontraba recostado contra la sucia pared de un callejón 0scuro, con los brazos cruzados sobre su pecho, vestido completamente de negro. No le gustaba la claridad.
-Jason, cariño ¿Cómo has estado?- siseo del otro lado de la línea una voz femenina y seductora.
-Así que es cierto. Han vuelto al viejo pueblo. Pero me extraña que me llames, sabes que los abandone hace mucho… o acaso te quedaste sin marionetas Raven?- comento con un tono sarcástico
-oh, ¿aun estas molesto por eso? ya te dije, es mi forma de ser- se excuso con un tono infantil y malcriado- como sea, vengo a pedirte un favor…
-un favor… ¿un favor? acaso estas demente? Yo no te debo nada. Piérdete bruja.-espeto entre dientes
-no seas grosero. Después de todo el tiempo que pasamos juntos…- susurro- en fin. Sabes que continuamos buscando a la chica…
-oh si. Su causa perdida del milenio. Vamos Raven, pueden hacer algo mejor que eso. Solo es un viejo cuento de niñitos. Me sorprende que aun sigan buscándola. Seria más fácil encontrar a Wally.
-la encontramos Jason…es ella. Estamos seguros.
-como lo estuvieron las ultimas 60 veces?- murmuro con mas sarcasmo y escepticismo.
-ya cállate idiota. Es ella, esta vez si es. Así que solo necesitamos…
-ahora escúchame bien maldita. Tú no me llamas luego de casi un siglo desde que los abandone para pedirme un favor. Menos me llamas idiota. No pienso ayudarlos en nada ¿me oíste? Y si vuelves a llamarme te juro que te encontrare a ti, a tu hermano, a tus acólitos y a tu “amo”- pronuncio la última palabra con burla e ira- y les arrancare la cabeza. Así que déjame en paz si es que quieres seguir viviendo.
Y dicho esto, cortó la llamada. Guardó su celular en su bolsillo trasero y respiró profundamente. Nunca en la vida ayudaría a esa perra y a sus secuaces de nuevo.
Tomó una pesada piedra del suelo y la aventó con furia contra la pared. Esta, al estrellarse la piedra, se abolló dejando una porción de endeble ladrillo a la vista.

les gusto? comenten!

2 comentarios:

  1. :O Esperare a tu otro capitulo qe qizas subas en la tarde!!! Esta muuy buenoo !!

    ResponderEliminar
  2. :( Pobre Angy , ¿La van a matar ? y quien es Raven ? y porque es una perra ? .

    ¡¡¿ Que le paso a Amethyst ? !!
    Ojala que Erik la salva XD .

    Ame el capitulo , me encanto esta buenisimo la historia .

    Publica pronto
    Nos leemos y Gracias por comentar .
    Cuidate
    Bye

    XoXo
    Rosebelle

    PS: Me enamore de la cancion All this time de One Republic

    ResponderEliminar