Todo lo que conocias, esta a punto de cambiarestas lista para eso?

Followєr§ ♥

viernes, 24 de diciembre de 2010

DECK THE HALLS WITH BOUGHS OF HOLLY ^^

Bueno, como hoy es Nochebuena, hace unos dias se me ocurrió hacer un cuento de Navidad para publicar hoy, 24.
Quizas no lo entiendan mucho al principio, pero  confío que les va a gustar :)


…Y dieron las 12 campanadas…

Viena, 24 de Diciembre de 1871
Las luces brillaban como estrellas, mientras la decoración, que parecía cobrar vida propia, amenizaba la gran celebración que se llevaba a cabo en la enorme mansión.
El salón estaba repleto de personas, que entre alcohol y vestidos lujosos, danzaba alegremente girando como trompos por las baldosas de la pista.
Una enorme araña de cristal colgaba del altísimo techo, brindando una iluminación especial y acogedora, llenando de luminosidad cada rincón del caserón.
Todos parecían divertirse en grande, olvidando sus preocupaciones, mientras esperaban animadamente que el gran reloj de la pared diera las doce en punto.
Bueno, todos menos una.
Sabrina, sentada en uno de los mullidos sillones de la sala, observaba apáticamente a las personas danzando alrededor de ella, deseando desaparecer de ese lugar, en donde en su opinión, las únicas personas que se divertían, eran las que ya estaban bajo el efecto del champagne y el vino.
Como odiaba esas fiestas. Como odiaba cuando llegaba la época de colgar las decoraciones, cuando su padre trabajaba el doble para “poder poner los regalos bajo el árbol”, cuando su madre se pasaba todo el día afuera, codeándose con sus amigas ricachonas, alardeando de la lujosa fiesta que su marido organizaba todos los años mientras cada una sostenía una copita de licor.
Cuando era pequeña, podía salvarse de esas celebraciones, con la excusa de su infame hora de dormir. Pero ahora, con casi 17 años, no tenia otra alternativa que entablar amistad con las “jovencitas” que allí asistían, mientras su familia esperaba que conociera algún  muchacho de buena familia, perfecto para el matrimonio.
Como odiaba los vestidos que su madre le compraba para la fiesta, vestidos llenos de volados y mangas ensanchadas, con un corsé que la aprisionaba y apenas la dejaba respirar.
Y lo peor de todo; cuando dieran las doce, la hipocresía de los invitados, deseándose lo mejor para el año que venia, cuando en el trabajo, no hacían mas que arranarse los ojos y serrucharse el suelo, con tal de conseguir un ascenso.
Definitivamente la Navidad ya no era lo que solía ser. Ya no era paz, amor, cenar en familia, cantar villancicos y salir a observar la nieve caer lentamente, mientras se deleitaban con una taza de chocolate caliente.
Ni siquiera recordaba la última vez que había jugado una guerra de bolas de nieve con sus hermanos. Suponía que desde que su abuela había muerto, hacia ya unos años.

Sabrina emitió un largo y cansino suspiro, apoyando su mentón en su mano y cruzando sus piernas.
Seria una larga velada.

-Discúlpeme, pero me parece que es la única aquí que no esta disfrutando de la fiesta- murmuró una voz a su derecha. Genial, lo único que faltaba, que alguien la molestara.
-Encuentro su afirmación incorrecta- respondió ella sin siquiera levantar la cabeza- le aseguro que muchos de los invitados que vienen aquí, se limitan a actuar como monos y dejarse llevar por la música, cuando en realidad se aburren como hongos. Pero por supuesto, la presencia lo es todo ¿no?- agregó poniendo los ojos en blanco, observando la multitud que se agolpaba en la pista de baile.
-Es usted muy intuitiva señorita.- contestó la voz, que había identificado como masculina- Porque además de usted, yo me encuentro en la misma situación. Aborrezco estas fiestas, que nada tienen que ver con su cometido.
Sabrina ante este comentario, dejó de lado su inicial antipatía, y levantó la mirada hacia su interlocutor.
Se trataba de un chico, posiblemente de su edad, sino un par de años mayor, con un rostro hermoso, casi angelical, y unos ojos grisáceos que parecían despedir chispas.
Vestía un elegante traje negro, que en humilde opinión, le sentaba de maravilla.
-¿Y puedo saber a quien debo el honor de esta conversación?- preguntó ella sonriendo
-Yuliel. Simplemente Yuliel- el chico le sonrió en respuesta, con unos dientes tan perfectos que parecían brillar tanto como las luces que decoraban- ¿Y usted?
-Sabrina. Simplemente Sabrina- respondió ella con un aire irónico, imitando a su interlocutor.
Luego, él se inclinó ante ella y besó su mano, lo que la hizo ruborizarse ligeramente, mas trató de esconderlo desviando la mirada hacia la pista.
-Mire eso. Todos bailando, emborrachándose; esperando que sea la medianoche para llenarse los bolsillos de cosas materiales que no necesitan. – murmuró ella con un profundo suspiro de resignación.
-Ciertamente es así. Es una lastima que se haya perdido de tal manera el verdadero espíritu de estas fiestas- acompañó Yuliel dirigiendo sus ojos grises hacia las mesas llenas de regalos traídos por los invitados.
-¿Y ese es?- preguntó Sabrina con curiosidad
-Celebrar el nacimiento de Cristo por supuesto- contestó el chico simplemente, como si fuera lo más obvio del mundo
-Ya. Pues me parece que estas personas no opinan lo mismo- señaló a los hombres y mujeres bailando en el salón
-Esa es la razón por la que estoy aquí- murmuró  Yuliel distraídamente
-¿Disculpe?-respondió ella un tanto confusa, dirigiendo su mirada hacia él- M temo que no le he entendido. ¿Por qué esta usted aquí?
El chico se acerco más hacia ella y le susurró despacio en el oído.
-Digamos…que estoy en una misión-dijo misteriosamente- pero eso debe mantenerse en secreto.
La cercanía de él hizo que Sabrina volviera a ruborizarse, esta vez más fervorosamente. Sin embargo, lo ocultó  nuevamente, tras sus largos cabellos color miel.
-¿Una misión?- preguntó ella con un aire de incredulidad- ¿y se puede saber qué clase de misión seria esa?
-Como ya le mencione, el hombre parece haber olvidado el verdadero significado de la Navidad, por lo que mi “misión” si prefiere que le digamos así, es recordárselo.
-Aha- contestó Sabrina con suspicacia- ¿Y cómo espera lograr eso exactamente?
Yuliel no contestó enseguida, sino que la tomó de la mano y la condujo hacia uno de los grandes ventanales.
-¿Ve esa estrella?- inquirió señalando con su dedo hacia el cielo nocturno
-¿Aquella?- contestó ella señalando en la misma dirección
-Si, la más brillante. Cuando el reloj de las 12 campanadas, esa estrella emitirá un brillo especial, algo que transformará a las personas…por decirlo así.
 -¿Y todo eso…con una estrella?- Sabrina ladeó la cabeza- Es usted muy fantasioso debo decirle.
Yuliel esbozó una pequeña sonrisa
-Y usted muy suspicaz. Solo cree en lo que sus ojos pueden ver. Déjeme que le pregunte ¿qué es lo que más desea esta Navidad?- preguntó dirigiendo su mirada hacia ella.
Sabrina calló por unos instantes y se concentró en esa peculiar pregunta. ¿Qué era lo que mas deseaba?
Solamente deseaba una Navidad como las que solía vivir antes, una Navidad sencilla, sin fiestas, sin bailes, sin lujos.
Solo una Navidad con las personas que más quería. Una Navidad como las que solía vivir con su abuela.
-Desearía que mi abuela estuviera aquí- respondió de pronto en un susurro- ella murió hace algunos años. Pero era la persona que más me comprendía- al decir esto, algunas lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas, mas las secó rápidamente con la palma de su mano.
Yuliel sonrió
-Bien entonces. Cuando sean las doce, le recomiendo que salga al balcón principal. Quizás se lleve una sorpresa.
La chica lo miró confundida. Ese chico era algo extraño y misterioso, pero al final, era el único que realmente entendía como se sentía.
Observó el gran reloj que se alzaba en la pared. Faltaban tan solo diez minutos para la medianoche.
-Falta muy poco- murmuró Yuliel acercándose a ella, como si hubiera leído sus pensamientos- la fiesta esta por concluir.
-Si. Aunque desearía volver a verlo pronto- contestó ella
-Me temo que eso no será posible- murmuró el joven cortésmente
La chica bajo la cabeza decepcionada y se mordió el labio ligeramente
-Pero déjeme decirle algo- se apresuro a decir el chico, esbozando una sonrisa- existe una leyenda en el lugar de donde vengo. Dice que si conoce a alguien y luego encuentra una pluma blanca tirada en el suelo, significa que volverá a ver a esa persona.
-Es muy lindo eso, pero yo no veo ninguna pluma blanca- Sabrina sonrió algo irónica mirando el lustroso suelo.
Yuliel rió
-quien sabe. Quizás la vea más pronto de lo que piensa.- cruzó sus brazos- ¡Oh mire! La gente ya comienza a contar las campanadas.
En efecto, los invitados se habían amontonado frente al gran reloj y contaban extasiados cada campanada que este emitía.
¡Diez!
¡Nueve!
¡Ocho!
¡Siete!
¡Seis!
¡Cinco!
¡Cuatro!
¡Tres!
¡Dos!
¡Uno!
-¡Feliz Navidad!-exclamó uno de ellos abrazando a su mujer y a su hija
Los otros se sumaron rápidamente, abrazándose y brindando con champagne; pronto el salón se inundó de gritos y risas.
-Ja, mírelos. Brindando alegremente como si realmente les importara esta fiesta- exclamó Sabrina algo molesta- ¿No le parece absurdo?
Se volteó hacia el joven.
Pero este ya no estaba. Había desaparecido completamente

A su espalda, el enorme ventanal había sido abierto, y una helada brisa se colaba al salón.
Sabrina frunció el seño. Luego, bajó la cabeza hacia un pequeño objeto que se hallaba tirado en el suelo.
Una pluma blanca.
La tomo delicadamente entre sus manos, mas confundida que nunca.

-¿Sabrina?- una voz exclamó de pronto a sus espaldas
Ella se volteó lentamente en la dirección de donde provenía la voz
¿A-abuela?- susurró lentamente, observando a la anciana que la miraba dulcemente desde un extremo del balcón. 
Lagrimas comenzaron a rodar por sus mejillas a la vez que corría a abrazar a su abuela
-¡Sabrina, querida!- exclamó la anciana recibiendo a la chica entre sus brazos-¡hacia mucho que no nos veíamos! ¿Cierto?
-Demasiado, abuela. Demasiado- susurró ella llorando de felicidad como nunca lo hubiera hecho.
Luego levantó instintivamente la cabeza hacia la estrella que Yuliel le hubiera señalado unos instantes antes.
Y divisó algo que cortó su respiración.
Una sombra blanca y negra, flotando en el horizonte, con algo que parecían enormes y níveas alas de ángel. Parecía ir ataviada con un traje de gala negro y volaba hacia la estrella a gran velocidad, dejando tras de si, un rastro de luz tan nívea como sus alas.
En ese instante, de la misma estrella, pequeños copos de nieve comenzaron a caer lentamente, cubriendo el balcón y adornando los cabellos de Sabrina.
Todos en el salón se percataron de aquel milagro natural y salieron a tropel de la mansión, directo hacia la calle, maravillados por aquella nieve que caía sin previo aviso
-¡Es hermoso!- exclamó la madre de Sabrina abrazando a su esposo que sonreía.
Del otro lado del salón, en el gran balcón, Sabrina y su abuela observaban hipnotizadas el milagro.
Pero mas que nada, la chica observaba aquella figura desaparecer en la inmensidad del cielo.
Esbozó una sonrisa. Una autentica sonrisa.
-Gracias Yuliel. Hasta la próxima Navidad- susurró apretando la pluma contra su pecho.

Fin

Wow, post largo *.*
¿Y bien? ¿Qué les pareció?
La trama quizá es un tanto peculiar pero a mi me gusto mucho el final *_*

En fin, este cuento esta inspirado en un sentimiento que yo tengo; y es que la gente se olvida que la Navidad- para los que son  cristianos es para celebrar el nacimiento de Jesús- y tambien es para pasar una velada en familia y agradecer todo lo que tenemos.
Ya se que a muchos no les gusta la Navidad, esta bien cada uno tiene sus gustos, pero me parece que no hay nada mejor que pasarla con todos tus seres queridos ^^

En fin me despido, byee cuídense mucho:

¡Y FELIZ NAVIDAD!

5 comentarios:

  1. El cuento me encantó! Te ha quedado genial, es precioso.
    Y es verdad que la gente olvida lo que es la Navidad, pero a veces es porque tener una navidad en familia y pasarla con tus seres queridos, hace que recuerdes que algunos no lo están ya. Al menos, eso es lo que me pasa a mí, ya que en fechas como está perdí a mi padre el año pasado.
    Creo que entiendo los dos puntos de vista de la historia, por eso me gusta tanto ^^

    Besooos

    ResponderEliminar
  2. Esta hermoso! El sentimiento que te transmite es muy lindo! Y hace que uno recuerde lo que es importante en navidad!
    Me encanta como escribis, y muy feliz navidad para ti tambien!
    Te amo maruuu!
    Besos!

    ResponderEliminar
  3. Que lindooo(:
    Pienso como tu: hay gente que olvida en verdadero sgnificado de la navidad):

    Feliz navidad, a ti tmbn<3

    ResponderEliminar
  4. Me ENCANTO ! simplemente LO AME ! *-*

    Es verdad, ayer en noche buena, comenze a pensar en eso... En las noticias a estas horas todos hablandan de los regalos que recibieron los niños mas pequeños, y yo en ese momento me encontraba con una miga, con la que ocmentamos el tema.. la verdadera gracia de la navidad se ha perdido por completo... todos preguntan " y tu.. qe has recibido de regalo? " pero deberian preguntar " has pasado la navidad con todos tus seres queridos?" qe es lo que realmente importa... El verdadero regalo es estar con la fmailia todos juntos, por eso deberian agradecer... los regalos... de qe sirven? si despues de una semana quedaran en el olvido ?... LA FAMILIA NUNCA PASA A SER UN RECUERDO !

    LO AMEEEE ! SOBRETODO SU SIGNIFICADO !*-*

    PUblica pronto !

    Bye, Cuidate !

    FELIZ NAVIDAD Y PROSPERO AÑO NUEVO !

    ResponderEliminar
  5. Tienes un Premio en mi blog

    FELIZ AÑO NUEVO ! :D

    ResponderEliminar