Todo lo que conocias, esta a punto de cambiarestas lista para eso?

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lunes, 6 de septiembre de 2010

bueno acá les traigo el capitulo 5. gracias por los comentarios! :)


Capitulo 5
Los sueños son reflejos de lo que queremos…de lo que ansiamos y nunca nos atrevimos a decir…
A veces son un karma, por las cosas malas que hicimos…otras veces son reflejo de nuestros peores miedos…
Mis sueños, están muy lejos de ser agradables y placenteros…y aunque ya me acostumbre a tener siempre la misma pesadilla, aun grito fuerte y se me acelera el corazón cada vez que despierto…porque se que ese sueño es real…
Porque ese sueño, no son mas que recuerdos de lo que viví hace un mes…de aquel horrible accidente que acabo con toda mi familia y mi vida…
Siempre es lo mismo:
La gente gritando…la azafata llamando por el altavoz…el niño abrazado a su madre…luego un fuerte estruendo…y una luz blanca….eso es lo único que recuerdo con claridad…o quizá lo único que quiero recordar…
Tome mi reloj de la mesa de luz y lo observe fijamente. Las 7 de la mañana. Era extraño en mí despertarme tan temprano, aun con las pesadillas. Pero no me sentía lo suficientemente fuerte como para volver a dormir.
Camine  hasta el baño arrastrando los pies, y mire mi reflejo en el espejo. Mis ojeras se habían acentuado más. Luego de una ardua sesión de maquillaje, mi rostro logro adquirir un aspecto más presentable, por lo que me vestí y baje a desayunar.
Me encontré la casa en silencio y solo una nota en la mesa de la cocina:
“Ametyst:
Tuve que salir más temprano por asuntos  del trabajo. Lamento no haberte avisado. En el refrigerador encontraras comida para prepararte el desayuno y el almuerzo.
Nos vemos en la tarde
Te quiere
Gaby”
Estaba sola de nuevo. No es que me importara realmente...pero extrañaba esos momentos en los que tenia una pesadilla, me despertaba gritando y llorando,  y mama entraba corriendo a mi habitación con un vaso de leche tibia para calmarme…parecían haber pasado siglos desde eso…
Decidí dejar de auto torturarme con esos recuerdos, y me prepare una tasa de café, que bebí en silencio.
De pronto, mi celular comenzó a vibrar. Lo tome de la encimera. Tenía un mensaje que decía:
Vienes hoy?
Rosalinda esta ansiosa por verte. Creo que le caíste bien.
Nos vemos. Soy Erik.
Es verdad! Se suponía que debía devolverle el dinero de la llamada a Erik!...pero espera!...como había conseguido mi numero?
Mire la hora en el reloj de pared: las 7:30. Terminé mi desayuno, tome mi bolso y me encamine hacia mi auto.
La casona que hacia las veces de academia, parecía estar vacía. Pero aun así, subí los escaloncitos y tire de la gran aldaba de hierro, ya que la puerta no tenía ningún timbre.
La puerta se abrió sola, produciendo un leve chirrido, como en las películas de terror. Observe la enorme sala casi vacía, tan solo iluminada sutilmente por los enormes ventanales.
Avance uno o dos pasos, lentamente, oyendo el sonido de mis pisadas, observando todo con cierto asombro. Hasta que mi vista se poso en la enorme pared llena de espadas colgando. Mis ojos las miraban hipnotizados.
-no sabia que te gustaran las espadas…
Mi corazón di o un vuelco y me voltee. Erik me miraba con su característico semblante serio y misterioso. ¿Cuándo había llegado?
-s-si, algo…-balbucee- solo me llaman la atención. en realidad, tenia que devolverte el dinero por la llamada…
-sabes que el costo no es tan alto, cierto?-murmuro sonriendo apenas
-lo se…pero aun así. Gracias por ayudarme. En serio- sonreí y le extendí unos billetes. Pero él no los tomo, solo se quedo mirándome de arriba abajo. Me sentí algo incomoda y no pude evitar sonrojarme.
-que? tengo algo en la cara?- pregunte ya algo molesta, por la forma como me miraba
-no….nada- se encogió de hombros- espérame aquí. Enseguida vuelvo.
Y a una velocidad alarmante, desapareció de la habitación, dejándome sola con mis pensamientos.
Mis ojos se volvieron a pasear por las espadas y cuchillas colgadas. Era impresionante. Toda una colección. ¿Me pregunto como las habrían conseguido? Estuve tentada a tomar una de la pared, pero me contuve. Lo que menos quería era que me confundieran con una ladrona o algo así! No después de lo amable que había sido Erik conmigo.
Pero luego de unos instantes de autocontrol, la tentación pudo conmigo y baje cuidadosamente una espada de tipo katana. La saque cuidadosamente de su “estuche” y observe el filo; hipnotizada.
-veo que tiene un amplio interés por las armas blancas señorita…
 Otra vez, mi corazón dio un vuelco por la impresión, con tan mala suerte, que la katana salio disparada directamente hacia una de las impolutas paredes.
Afortunadamente, fue atajada ágilmente antes de llegar a su destino. Voltee avergonzada hacia mi interlocutor.
Un hombre, de unos 35 a 40 años, atractivo, alto, musculoso, muy pálido, de ojos color miel y cabello castaño; con una pequeña y descuidada barba.  Parecía muy fuerte, como los guerreros de las películas
-y-yo…l-lo siento mucho- tartamudee, tratando de recobrar la calma-…ya se que no debí…
-descuida…después de todo, hacia mucho tiempo que nadie las sacaba de la vieja pared- el hombre sonrió, dejando su perfecta y blanquísima dentadura. ¿Qué todos aquí tenían la dentadura perfecta?
Me relaje un poco y suspire aliviada. En ese momento, vi a Erik que salía por una de las puertas, que juraría, no era la misma por la que se había ido.
-Erik, no vas a presentarme a tan linda jovencita?- beso mi mano, tal y como lo hubiera echo él hace el dia anterior. Me sonroje un poco.- encantado. Soy Evandar, Evandar Borleck…soy el padre de Erik.
Aquello realmente me sorprendió. Su padre? Imposible! Era muy joven! Que acaso lo había tenido a los 13 años?
-déjame explicarte…-comenzó Erik, como si hubiera leído mis pensamientos- Evandar es mi padre adoptivo. Es nuestro padre adoptivo. Nosotros no somos familia exactamente. Él nos ha ido adoptando a lo largo del tiempo.
-que puedo decir, me gustan los jóvenes- Evandar sonrió y se encogió de hombros
Yo también le sonreí. Su mirada me inspiraba confianza. Algo así como un hermano mayor.
De pronto, sentí una presencia detrás de mí. Como una sombra. Me voltee y vi a Rosalinda sonriéndome. De acuerdo, esto ya era incomodo ¿Cómo rayos hacían para aparecer así?
-hey! Hola Ametyst! Que bueno que volviste!- me saludo levantando la mano. Pude notar que sus uñas, perfectamente trabajadas, eran excesivamente largas y puntiagudas, y estaban pintadas de negro.- veo que te gustaron las espadas no?
Yo mes sonroje, y solté enseguida la funda de la katana. Genial! Todos habían presenciado mi humillante momento con la espada- si…quiero decir no- balbucee- quiero decir…algo.
Erik me miro sonriendo, como si le inspirara ternura que me trabara de aquella manera.
-oye! Tengo una idea, que te parece probar una? Quien sabe, quizá tengas talento con las armas blancas y…comento Rosalinda alegremente.
Pero enseguida, se corto en seco y su cara se transformo, al ver la mirada de los dos chicos. Su piel parecía mármol, y sus ojos que  habían cobrado un intenso color negro, tenían el perturbante parecido a los de un halcón que observa a su presa…





si les gusto comenten sip??

3 comentarios:

  1. estoy un poco confundida porque hoy empece a leer tu novela y en los anteriores capitulos pense que eran vampiros pero ahora no se queson. jajajaja. te suplico que publiques mas capitulos lo mas pronto posible que en verdad esta super interesante.
    P.D: amo a Erik!!!!!!

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  2. Hola lamento no haber comentado antes :$ staba ocupada.... Me encanto el capitulo como todos los otros n_n
    Y la del primer comentario no te sientas sola jajaja nadie sabe que rayos son esos chico y parece que ella no nos lo dira ¬¬
    Ya tienes 6 dias sin publicar.
    Q paso??
    Publca pronto porfa
    XOXO
    Ari

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  3. ola!!
    me encanto!
    adoro a Erik!!! es mi novio XD
    Pd: tambien estoy confundida

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